Leiva sabía que era una cita única. 15.000 personas, deseosas de su música y de la Leiband, les esperaban debajo del escenario. Era la primera vez que, en solitario, grababa un directo. Tenía que ser una noche única, una explosión nuclear, y así fue.
El 30 de diciembre de 2019 será recordado por ser, sin que nadie lo esperara, el último concierto de Leiva después de 8 meses de gira. Con un 2020 por delante muy esperado por el artista ya que estaba confirmado para las fechas más importantes del calendario del panorama musical.
Leiva subió al escenario tras dejar paso a su banda. Se encendieron las luces y el pistoletazo de salida fue La lluvia en los zapatos. Continuó con Animales, que nos recuerda a esos primeros tiempos de Pereza, siendo una de las canciones con las que el hizo temblar el Wizink.
De este último disco la primera en salir a la palestra fue Lobos, la favorita del madrileño de este álbum, y el segundo adelanto de este directo.
Tras varios temas, llegó Electricidad, esa canción que, según palabras de Leiva, nunca se convirtió en single porque para sus seguidores ya era un himno. Y es que no importa donde esté porque con ella siempre levanta al público.
Como si fueras a morir mañana es la canción que anunció este directo. Un tema que parece premonitorio, y que nos demuestra que hay que quemar todos los días porque nunca se sabe que pandemia puede aparecer. Como Leiva ha contado, ahora este directo le parece poesía, porque está repleto de momentos que ahora son un cúmulo de restricciones, todas esas cosas que ahora mismo no podemos hacer.
El madrileño pidió silencio, el escenario se vacía, tan sólo su magia y su guitarra arpegiada al más puro estilo Leiva. No hace falta más, sobran las palabras. El público permanece en silencio y comienza Vis a Vis, el momento más íntimo de la noche. El mundo se paraliza, para que un foco alumbre su maestría ante su público.
En un suspiro nos muestra Su pequeño Chernóbil esa canción que nos sorprendió en pandemia con la aparición de Rubén Pozo, la otra mitad, de Pereza.
Como lo tienes tú comenzó con una mezcla de canciones más antiguas para llegar a Estrella Polar, otro de sus afamados himnos. Y como todo se acaba, solo quedaban 3 cartuchos, las 3 últimas canciones de esta noche memorable, de este directo que cualquier seguidor de Leiva quiere guardar en sus retinas. Mirada perdida, Sincericidio y para acabar, como ya nos tiene acostumbrados, como colofón final Lady Madrid.
La noche termina con una Leiband impecable, desde las guitarras de Juancho, el piano inconfundible de César Pop, y todos sus inseparables compañeros de carretera que forman esta hermandad musical.
De Leiva podemos añadir que estuvo excelente, repleto de nervios que supo soltar rápido, supo subirse al escenario y dar todo su potencial. Como nos ha contado en el video promocional de este disco, que publicó el pasado 17 de noviembre, Sin voz no hay show, hasta 2-3 días antes del concierto estuvo afónico, situación que le llevó a plantearse cancelarlo.
Y que finalmente, y gracias a su “acto de inconsciencia”, nos ha hecho este regalo en modo de triple álbum. Una maravillosa caja en la que se incluyen tres vinilos, un 7″ con Pequeño Chernóbil, un póster, la púa de la gira y un DVD del concierto. Así, Leiva, nos ha hecho volver a ese momento, estar un poquito más cerca de él y pensar que pronto volverá todo a la normalidad, que nos queda Nuclear para rato, pero sobre todo nos quedan muchos directos por vivir y disfrutar con Leiva.